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Las decisiones de inversión tienen que atender muchas variables que nos dirán si una inversión es adecuada para nosotros. Pero, si como pasa con los mandamientos, tuviéramos que resumir dichas variables en las dos más representativas, estas serían la rentabilidad y el riesgo. Hoy hablaremos sobre cómo vincular la rentabilidad y el riesgo a través del ratio de Sharpe.

¿Qué es el ratio de Sharpe?

El ratio de Sharpe es uno de los coeficientes de inversión más utilizados a día de hoy. Se desarrolló a finales de los años sesenta por el profesor de la universidad de Stanford, William Sharpe. Este ratio permite valorar el rendimiento de una inversión en función del riesgo que se asume.

Hasta ese momento se solía medir la calidad de un fondo por la rentabilidad que ofrecía. No se incluía el factor riesgo dentro de la ecuación, aunque esto pudiera ser tanto o más crucial que el rendimiento de la inversión.

Por ejemplo, podría ser que un fondo que invierte mayoritariamente en economías emergentes se considerase mejor que otro que invierte en mercados consolidados sólo porque es más rentable. Sin embargo, el riesgo que se asume en un fondo de países emergentes es mucho mayor que el que conlleva productos de economías desarrolladas.

Con el ratio de Sharpe conseguimos medir exactamente la relación entre ambos factores, rentabilidad y riesgo. A partir de su resultado, podemos deducir qué inversión es más adecuada.

 

 

Ventajas de emplear el ratio de Sharpe

Como hemos visto, el Ratio de Sharpe es una herramienta ampliamente utilizada en la gestión de inversiones para evaluar el rendimiento ajustado al riesgo de una cartera o una inversión específica. Entre las principales ventajas de utilizar este indicador podemos destacar las siguientes: 

1. Comparación efectiva entre inversiones

El Ratio de Sharpe permite comparar diferentes inversiones o carteras entre sí, no solo en términos de rentabilidad, sino también considerando el riesgo asociado. Al ajustar la rentabilidad por la volatilidad (desviación estándar), los inversores pueden determinar qué inversión proporciona el mejor retorno por unidad de riesgo asumido. 

2. Mejora la toma de decisiones

A diferencia de las métricas que solo consideran la rentabilidad bruta, el Ratio de Sharpe ofrece una evaluación más completa del desempeño de una inversión, teniendo en cuenta tanto el retorno como el riesgo. Esto facilita la toma de decisiones y la selección de opciones de inversión idóneas para cada perfil de inversor.

3. Sencillez y facilidad

El cálculo del Ratio de Sharpe es relativamente sencillo y puede aplicarse a una amplia gama de activos financieros, desde acciones y bonos hasta fondos de inversión y carteras diversificadas. Esta simplicidad hace que sea accesible para una variedad de inversores, desde principiantes hasta profesionales experimentados. Además, al ser una métrica estandarizada, facilita la comunicación y el análisis comparativo en la industria financiera.

¿Cómo calcular el ratio de Sharpe?

Como hemos visto, el ratio de Sharpe es una medida utilizada para evaluar el rendimiento ajustado al riesgo de una inversión o cartera. Se calcula empleando esta fórmula: 

ratio de Sharpe ={R_p – R_f}\sigma_p

Donde:

  • R_p  es la rentabilidad de la cartera o inversión.
  • R_f  es la tasa libre de riesgo, que representa el rendimiento de una inversión sin riesgo.
  • \sigma_p es la desviación estándar de la rentabilidad de la cartera, que mide su volatilidad.

Para ver mejor este ejemplo, vamos a tomar como referencia las siguientes cifras: 

  • Rentabilidad promedio de la inversión R_p : 5%
  • Tasa libre de riesgo R_f : 1,5%
  • Desviación estándar de la rentabilidad de la inversión \sigma_p : 10%

Sustituyendo estas cifras en la fórmula indicada anteriormente, obtendremos los siguientes resultados: 

ratio de Sharpe =(5% – 1,5%)\10%

Por tanto, el ratio de Sharpe será de 0,35

Lo que quiere decir que por cada unidad de riesgo asumido (medida por la desviación estándar), la inversión genera un retorno ajustado adicional de aproximadamente 0,35 unidades.

Cómo interpretar el ratio de Sharpe

Podemos decir que cuanto más alto es el ratio de Sharpe, mejor será ese fondo si solo consideramos el binomio rentabilidad-riesgo. Por tanto, un ratio de Sharpe negativo indica un rendimiento inferior al de la rentabilidad sin riesgo. Por su parte, un ratio inferior a 1 indica una situación en la cual el rendimiento del activo es inferior al riesgo del mismo. Si el valor está por encima de 1, el ratio nos indica que la rentabilidad que se obtiene por unidad de riesgo es mayor.

Puedes consultar el ratio de Sharpe de nuestro fondo en el informe mensual de Olea Neutral.

 

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