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Puede que, en conversaciones sobre productos de inversión, hayas oído hablar de SICAVs y de fondos de inversión como vehículos de inversión colectiva. Ambos productos son muy similares en muchos aspectos pero también tienen diferencias importantes que no se pueden ignorar.

A continuación te contamos qué es una SICAV y cuáles son sus diferencias y similitudes con respecto a los fondos de inversión.

¿En qué se parecen una SICAV y un FI?

Tanto las SICAVs como los fondos de inversión son vehículos de inversión colectiva. Esto significa que diferentes personas aglutinan su patrimonio para invertirlo de forma conjunta lo que amplía las oportunidades de inversión. Cuanto mayor es el patrimonio a invertir menos barreras se encuentran y más se puede diversificar.

En ambos casos no son los inversores los que gestionan el patrimonio sino que delegan esa tarea en unos gestores profesionales que actuarán en nombre de los partícipes. Los gestores se adaptarán a la política de inversión previamente definida que podrá ser tanto de gestión activa como pasiva y enfocada en distintos mercados y tipos de activos con pesos en la cartera más o menos estrictos. 

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) es la encargada de regular y supervisar tanto las SICAVs como los fondos de inversión. Estos vehículos de inversión colectiva también proporcionan ciertas ventajas fiscales. Los beneficios generados no se tributan hasta que se realice un reembolso de la inversión y, además, las SICAVs pagan solo un 1% de Impuesto de Sociedades, a diferencia de otras sociedades anónimas que por lo general tributan al 25%.

 

 

Conoce qué es una SICAV y sus principales diferencias respecto de un FI

Una Sociedad de Inversión de Capital Variable (SICAV) es una sociedad anónima (S.A.) de capital variable. Eso significa que el capital que conforma la sociedad puede ir creciendo y disminuyendo con la entrada o salida de inversores, a diferencia de una S.A. convencional en la que la entrada y salida de inversores se hace mediante la compra-venta del capital que forma la sociedad (por lo que este permanece sin alteraciones a excepción por supuesto de las ampliaciones y reducciones de capital que se decidan).

El capital de la SICAV, como en cualquier S.A., se divide en acciones que son lo que los inversores adquieren cuando entran a formar parte de la inversión colectiva. Como cualquier acción, deberán ser depositadas en una entidad financiera que cobrará una comisión extra por ese depósito, además del cánon que cobran las bolsas por la compra de acciones. Este sistema de acciones limita las cantidades que puedes invertir pues solo podrás comprar acciones enteras, si el valor liquidativo es de 100€ solo podrás invertir múltiplos de 100. Eso sí, los inversores de la SICAV, al ser accionistas, tienen derecho a voto en las juntas de la sociedad, es decir, pueden influir en la política inversora de la SICAV. 

El caso de los fondos de inversión es muy distinto. No tiene personalidad jurídica si no que son un producto ofrecido por una Sociedad Gestora de Instituciones de Inversión Colectiva (SGIIC) que es la que tiene esa personalidad. Esto supone una gran ventaja pues si la entidad quiebra el fondo y la inversión que acoge podrán seguir funcionando. En estos productos los inversores adquieren participaciones en lugar de acciones, aunque el valor liquidativo de las participaciones se calcula de la misma forma (valor de los activos entre número de participaciones o acciones). La principal ventaja del sistema de participaciones frente al de acciones es que no limita la cantidad que puedes invertir porque no es necesario que compres participaciones enteras, aunque la política del fondo podría establecer un mínimo a invertir.

Aunque es cierto que ambas inversiones son muy líquidas, las SICAVs podrán imponer mayores restricciones a la hora de suscribir o reembolsar estableciendo intervalos semanales mensuales, etc., aunque generalmente ese intervalo es diario.

La última gran diferencia son los criterios de constitución. Para una SICAVs se exige un capital mínimo de 2,4 millones de euros aportados por, al menos, 100 accionistas. Por estos requisitos, las SICAVs están más dirigidas a inversores con un patrimonio más alto. Sin embargo, los fondos de inversión son menos restrictivos y pueden ser interesantes tanto para inversores de gran patrimonio como para aquellos más modestos.

 

SICAVFI
Tipo de entidadSociedad AnónimaSin personalidad jurídica
Requisitos de constituciónCapital: 2,4MM€

Nº de accionistas: 100

Sin mínimos
InversoresAccionistas con derecho a votoPartícipes
Forma de inversiónInversión colectiva
Quién gestionaGestores profesionales
ReguladorCNMV
TributaciónImpuesto de Sociedades (1%) IRPF al reembolsar la inversiónIRPF al reembolsar la inversión
Suscripciones y reembolsosSegún el intervalo establecido, generalmente diarioEn cualquier momento

 

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