BCE, Biden y Trump en EEUU y más temas del mercado de deuda

Hernán Cortés

17 de julio de 2024

4 min de lectura

Analizamos los movimientos del mercado de deuda un día antes de la reunión de BCE, mientras Donald Trump sube en las encuestas, con Hernán Cortés, socio-fundador de Olea Gestión.

Escucha la intervención:

Resumen de la intervención de Hernán Cortés:

¿Se puede esperar algo de la cita de mañana con el BCE?

Es una cita de transición, la expectativa de que puedan tocar los tipos en esta ocasión es prácticamente nula. Sin embargo, en septiembre el mercado descuenta un 80% de probabilidad de que eso pase y, si no, en octubre se prevé un 100% de probabilidad. Después se esperan más bajadas en enero y en abril del año que viene.

Trump puede ser reelegido presidente de EE.UU., ¿cómo afectaría esto a la deuda?

No habrá gran diferencia entre un gobierno de Biden y uno de Trump. Si bien es cierto que algunos sectores como el petróleo-gas o la banca se han visto más favorecidos por gobiernos republicanos y otros como la energía limpia y la tecnología han estado más perjudicados, las diferencias no son muy destacables. 

En cuanto a impuestos, Trump dice que tiene intención de bajarlos pero no tiene márgen de maniobra. El déficit público esperado para este año y para el siguiente es del 6% y gran parte del gasto está comprometido por lo que será difícil echarlo atrás. Quizá pueda bajar algún impuesto y subir otros, pero hacerlo de forma absoluta será muy complicado.

En cuanto a tarifas, este gobierno demócrata ha sido bastante beligerante, especialmente con las importaciones chinas. Aquí es donde probablemente Trump ponga el foco pero tampoco tiene mucha capacidad de incrementar las tarifas. En general las posibles políticas de Trump serán más continuistas que rupturistas.

Algunas firmas ven oportunidades para los próximos años en el sector inmobiliario.

Hay que mirar al sector con mucho cuidado. Está muy apalancado y se presta a ello porque la predictibilidad de los ingresos es muy alta. En los últimos años, desde la Covid-19, gran cantidad de empresas dejaron de pagar sus alquileres de oficinas o los renegociaron. Además, con el teletrabajo se necesitan menos metros cuadrados para una misma compañía. En el caso de retail, el consumo por internet se ha disparado y hay menos demanda de locales para la venta retail. El sector inmobiliario ha aguantado el primer shock pero sigue teniendo un futuro complicado, tiene un problema de sobreoferta.

Colonial aplaza la junta de bonistas en las que se decidían cambios en los términos y condiciones de sus emisiones. ¿Cómo veis su deuda?

Los niveles de apalancamiento de Colonial son razonables, es una compañía en la que se puede tener deuda. Tienen la pega de que son activos de oficina que no están en su mejor momento pero las oficinas premium como las suyas siempre van a tener demanda. Con respecto a la convocatoria de la junta, quieren alinear las condiciones para posibles endeudamientos futuros con las prácticas más habituales de otras compañías del sector en Europa, pero desconozco qué cláusulas concretas quieren cambiar. En cualquier caso no es un tema grave.

¿Del sector de aerolíneas tienen algo en cartera?

Es un sector muy cíclico con beneficios difícil de prever cuando te alejas en el medio-largo plazo. Es un sector en el que nos gusta más ser accionistas que bonistas, en todo caso cogeríamos bonos a corto plazo. Pero en bonos preferimos estar invertidos en sectores y compañías con una predictibilidad de beneficios más elevada que el sector de las aerolíneas.

Finanzas para inexpertos

Comprar deuda o ser accionista

Si queremos invertir en compañías podemos hacerlo de dos maneras que serán más o menos acertadas en función de la compañía. 

Podemos comprar acciones de la compañía lo que significa que seremos propietarios en un porcentaje más o menos grande de la misma. Como accionistas podremos percibir beneficios de distintas formas.

  • Podemos cobrar parte del beneficio de la compañía en forma de dividendos.
  • Si la compañía aumenta de valor nuestras acciones también lo harán lo que nos permite vender las acciones por más de lo que pagamos en su día.
  • La compañía puede dar la oportunidad a los accionistas de comprar nuevas acciones a un precio reducido antes de sacarlas al mercado.

Otra forma de invertir en compañías es comprar la deuda que emitan. Esto funciona igual que con la deuda de gobierno, al adquirir los bonos de la compañía compras el derecho a recibir unos intereses que pueden ser fijos o variables hasta el momento del vencimiento y la devolución del dinero aportado.

La opción de ser accionista requiere asumir una mayor volatilidad por lo que será más adecuada para compañías con un gran crecimiento potencial de forma que el incremento de valor de las acciones y los dividendos cobrados sean suficientemente altos como para cubrir ese mayor riesgo asumido.

Un bonista sin embargo estará más enfocado a empresas consolidadas con alta capacidad crediticia en las que el riesgo es menor y los beneficios más predecibles. 

 

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