Comentamos la pausa de tipos y el discurso de Lagarde en una tertulia especial con Ricardo Gil (TREA AM), Francisco de Borja Gómez (Dunas Capital) y con Hernán Cortés (Olea Gestión).
¿Qué os parecen las declaraciones de Lagarde?
Era una reunión cómoda para el BCE porque septiembre ha dado unos datos buenísimos. La inflación general ha caído un 0,9%, hasta el 4,3%, y la subyacente un 0,8%, está ahora al 4,5%. Por fin se ve la luz al final del túnel, ahora la cuestión no es subir los tipos sino mantenerlos altos el tiempo necesario.
¿La parte económica está flojeando mucho? ¿Más en Europa que en EE.UU.?
Desde luego, en Estados Unidos no está flojeando nada. Nunca he visto nada como lo que ha pasado este año, en junio la FED anuncia una previsión de crecimiento en el año del 1% y en septiembre la sube al 2,1%. Que en 3 meses se cambie la previsión en 110 puntos básicos es bestial.
Es evidente que la transmisión de la política monetaria a la economía real ha sido muy lenta. La explicación que vemos es que, por un lado las familias y empresas no estaban muy endeudadas y, por otro lado, la financiación ha sido a tipo fijo y a largo plazo. El primer shock lo hemos parado pero la gran pregunta es qué pasará el año que viene. Está en duda que, con tipos por encima del 4% en Europa y del 5% en EE.UU. más los márgenes de crédito que se cobren, la gente afronte decisiones de consumo duradero y de inversión con esas cifras. Hay riesgo a la baja en el crecimiento del año que viene tanto en Europa como en EE.UU.
Los bancos centrales tiran hacia un lado y los gobiernos hacia el contrario. Los primeros con políticas restrictivas y los segundos aumentando el gasto.
Cuando el Banco Central sube los tipos busca enfriar la economía pero, si el gobierno incurre en los déficits en los que está incurriendo, genera exactamente lo opuesto. No tiene sentido subir 500 pbs los tipos de interés para luego tener un crecimiento, en EE.UU., del 2,1% en el año, por encima de su crecimiento potencial. Lo grave es que el año que viene la previsión es del 4%-5% de déficit. Seguiremos con el mismo problema.
¿Cómo veis la inflación de cara a la recta final del año? El petróleo puede tensionarse con el conflicto Israel-Hamás.
Mucho más importante que el petróleo es el gas. El gas está en muchos procesos industriales, en todas las calefacciones de Europa y, encima, marginaliza el precio de la electricidad. Hay que conseguir mantener los niveles del gas. Antes del conflicto israelí, el acumulado del año estaba en -50% en Europa, ahora han crecido las dudas y la cifra se ha elevado a casi el -30%. Sigue siendo un buen dato pero hay que tener cuidado.
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