La guerra de Israel no arrasa en el mercado: sube el gas y se pausa la subida de tipos en EEUU

Hernán Cortés

11 de octubre de 2023

1/2 min de lectura

Es normal la subida del petróleo, pero el impacto real está en el gas: más preocupante por su repercusión en la inflación. En el resto de los activos no ha afectado. La gran pregunta es si la recesión esperada en 2023 llegará en 2024, va a ser difícil evitar una recesión. A partir de 2024, hay que reducir la exposición a renta variable y poner la vista en los bonos. La desglobalización de la producción es inflacionista por naturaleza.

 

Vamos a hacer una radiografía de lo que vemos ahora en el mercado.

La reacción del mercado financiero a los acontecimientos ocurridos en el conflicto plaestino-israelí, al margen del drama humanitario, ha sido razonable y sensata. Ningún precio se ha disparado. El petróleo es normal que haya subido, pero es más destacable la subida del precio del gas porque tiene mayor repercusión sobre la inflación pues se utiliza en la industria y en la calefacción de los hogares y marca el precio de la electricidad. Este es el único activo que preocupa, las bolsas han seguido subiendo y los bonos han bajado las rentabilidades (con este tipo de acontecimientos se tiende a comprar más) pero todo dentro de la normalidad. Después de la cantidad de eventos socioeconómicos y sociopolíticos que han ocurrido la gente suele tener reacciones menos virulentas.

¿Cómo encaráis la recta final de este último trimestre del año?

Dejando a un lado el conflicto de Gaza y centrándonos en la macroeconomía global, la gran pregunta es si la recesión que se esperaba este año llegará en 2024. La traslación de las subidas de tipos a la economía real ha sido muy lenta, en buena parte porque los niveles de endeudamiento son bajos a pesar de haber tenido 10 años con tipos de interés bajos o negativos. Además la financiación ha sido en muchas ocasiones a tipo fijo y eso aminora el impacto de las subidas de tipos. Todo esto en un entorno de crecimiento bastante favorable. De momento los tipos de interés altos no han llegado a la economía real, pero esto no significa que no lleguen nunca. Es muy probable que el año que viene sí veamos esos efectos. El mercado espera bajadas de ¼ punto en septiembre y en diciembre tanto en Europa como en Estados Unidos, pero nosotros creemos que las bajadas se retrasarán hasta que veamos una mayor contracción económica.

La FED ha dicho que el tipo neutral podría estar en el 2,5%-3%.

La inflación estructural vuelve a un rango más normalizado, más cercano a ese objetivo del 2%. La deslocalización de industrias ha sido muy deflacionista pero ese proceso se está frenando e incluso deshaciendo. En la medida que no tengamos un shock de demanda como el del Covid-19, la oferta y la demanda estarán equilibradas y la inflación estará más en línea con el objetivo. Si esto es así los tipos de interés volverán también a niveles más razonables, un 2,5% en EE.UU. y un 1,5%-2% en Europa.

 

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