Los bancos centrales han elevado de forma intensa los tipos de interés. Esto supone una barrera al crecimiento pero no estamos en recesión, ¿por qué?
Los bancos centrales han estado realizando subidas de tipos muy intensas como respuesta a la elevada inflación resultado de la crisis económica y de la guerra ucraniana. (para ver el funcionamiento de esta medida pulsa aquí). Estas subidas suponen barreras para el crecimiento económico pero entonces, ¿por qué no hemos entrado en una recesión tal y como preveían muchos analistas?
La respuesta a esa pregunta está en el empleo. Tanto en Europa como en EE.UU., el paro se encuentra en mínimos históricos y no parece que esto vaya a cambiar por ahora. La fuerza del empleo sirve para destruir las barreras al crecimiento impuestas por la política monetaria llevada a cabo en ambos lados del Atlántico.
Si bien, el crecimiento se ha resentido, sigue dejando valores positivos. Es cierto que los tipos de interés han encarecido los precios de las hipotecas, créditos y demás fuentes de financiación y que la guerra de Ucrania ha elevado mucho los precios de la energía, pero mientras la población siga empleada seguirá consumiendo, en menor medida pero en positivo.
De cara a futuro se puede ser optimista, los precios de la energía están bajando y parece que ni la FED ni el BCE elevarán más los tipos (quizá 25 puntos básicos más pero no es demasiado relevante teniendo en cuenta los niveles a los que estamos). Con estás perspectivas, lo único que nos queda por saber es cuándo comenzarán las bajadas de tipos que permitirán relanzar el crecimiento económico.
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