El número de abril de la revista RankiaPro nos trae un reportaje sobre cómo protegerse de la inflación. Cuatro expertos, entre los que está Rafael Peña, gestor de Olea Neutral, explican cómo deben prepararse las carteras de inversión para enfrentar este 2022. A continuación tienes las claves que da nuestro gestor y socio fundador de Olea Gestión.
Cuando empecé a dedicarme a la gestión de fondos a mediados de los noventa, la memoria colectiva de los inversores tenía muy presente el batir a la inflación para proteger su ahorro. Los tipos de interés nominales en el mundo respondían directamente a la necesidad de retribuir la renuncia al consumo presente. Esta renuncia ha sido siempre mi definición preferida del ahorro. Este mundo, mucho más sencillo a mi modo de ver, permitía a los ahorradores e inversores enfrentarse a la inflación, el riesgo de crédito o emisor, e incluso a la iliquidez de los activos de una forma racional.
Por el lado de los emisores públicos y privados, el mundo también disfrutaba de incentivos racionales. Además, los emisores que mejoraban su calidad se veían recompensados con mejores tipos de financiación.
Esta reflexión es la vuelta a los fundamentales en la renta fija que deben realizar ahorradores e inversores para protegerse de la inflación. Se trata de tener activos en cartera que les retribuyan adecuadamente considerando la calidad de los emisores y la liquidez de los activos financieros.
¿Cómo protegerse de la inflación?
La inflación es un coste, para muchos se trata de un impuesto más, y beneficia en teoría a los estados, empresas y familias más endeudados. Digo en teoría porque esto es así si se mantiene su capacidad de repago en un mundo con inflación, los estados mantienen el nivel ingresos públicos reales, las empresas tienen capacidad de repercutir en el precio de sus bienes y servicios manteniendo sus márgenes y las familias mantienen su nivel de ingresos reales.
Los inversores que busquen cómo protegerse de la inflación tras la expansión monetaria que lleva más de una década deben evitar los productos tradicionalmente considerados conservadores. A partir de aquí deben asumir mayores riesgos en sus inversiones o aceptar el coste para la preservación de capital que supone la inflación.
Históricamente existen activos que han tenido un buen comportamiento en entornos inflacionistas: el oro, los inmuebles o las acciones, entre otros. Actualmente, la aparición de las criptomonedas para algunos puede ser una alternativa.
Por otra parte, los inversores deben cumplir con las bases de una correcta inversión, realizar una adecuada diversificación y tener rentabilidad ajustada al riesgo. La adecuada determinación del horizonte temporal y mantenerlo a pesar de las incertidumbres del mercado. Los últimos años se han popularizado los fondos multiactivos. Parte del éxito es consecuencia de que los inversores buscan trasladar esas decisiones a profesionales en un mundo cada vez más complejo para los particulares, y en el cual se han convertido muchos ahorradores en inversores como consecuencia de la represión financiera que sufren los particulares.
La estrategia de Olea Neutral
Nuestra estrategia para proteger a los partícipes de la inflación en tiempos de guerra ha consistido en evitar los bonos de gobierno, claramente un riesgo no retribuido, exposiciones a renta variable en la parte baja de nuestro límite y con coberturas temporales para el riesgo geoestratégico, oro y renta fija corporativa sin duración.
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