Tribuna de Rafael Peña en Cinco Días

Rafael Peña

14 de mayo de 2025

Tras el llamado Día de liberación, algunos analistas han empezado a cuestionar si EE. UU. mantiene siempre su papel de “refugio” en crisis. La tribuna pide calma y repasa los hechos con contexto histórico.

Lo esencial

  • En los picos de tensión reciente se vio: dólar más débil, bolsas a la baja y suben los tipos de los bonos largos de EE. UU. Esto significa que, en esos momentos, los mercados no se refugiaron de forma automática en los activos estadounidenses. Son señales que pueden ocurrir a corto plazo sin que impliquen, por sí solas, un cambio permanente de reglas.

  • La diversificación (que unas inversiones suban cuando otras bajan) no siempre funciona en crisis sistémicas. Cuando la incertidumbre es muy alta, muchos activos se mueven a la vez y la protección se reduce. Por eso el texto recuerda que conviene revisar expectativas y entender que, en episodios de estrés global, las correlaciones pueden comportarse de forma “anómala”.

  • El “dividendo de la paz” no ha sido continuo: las últimas décadas han tenido muchos choques (de Vietnam y los Balcanes al 11-S, Ucrania 2022 o Gaza 2023). La idea es poner en perspectiva: incluso en entornos con avances económicos, la geopolítica ha seguido generando episodios que afectan a los mercados. No venimos de un pasado totalmente estable, y por eso los vaivenes actuales no deberían sorprendernos.

  • Euro/dólar: desde 1999 ha oscilado mucho (aprox. de 0,83 a 1,60 por euro). La paridad de poder adquisitivo (~1,18) ayuda a comparar a largo plazo, pero no explica por sí sola los movimientos reales del tipo de cambio. Además, a veces ha hecho falta apoyo político para estabilizar divisas (como los Acuerdos del Plaza de 1985), recordando que los tipos de cambio también responden a decisiones de política económica.

  • Sobre la deuda de EE. UU.: las crisis soberanas en países desarrollados suelen ser graduales y nacen de pérdidas de confianza acumuladas, no de un día para otro. En el caso estadounidense, la capacidad fiscal y el tamaño de su economía le dan margen para gestionar tensiones. Esto no niega los riesgos, pero pone el foco en la probabilidad y los tiempos de los procesos.

  • Mensaje final: no precipitarse. Puede haber cambios estructurales, pero también ajustes temporales dentro de ciclos más amplios. La historia muestra que muchos “giros” terminan integrándose en el funcionamiento normal de los mercados, sin exigir conclusiones drásticas inmediatas.

“En mi opinión, conviene no precipitarse en interpretar los movimientos observados como señales inequívocas de un cambio de paradigma.”

Un apunte del texto

Se propone revalorar con prudencia el papel de los fondos de gestión alternativa (hedge funds): son complejos y requieren due diligence rigurosa, pero pueden aportar estrategias menos ligadas al ciclo y momentos de correlación negativa, lo que ayuda cuando la diversificación tradicional falla.

Puedes leer la tribuna al completo en: Cinco Días (link)

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