Nuestro socio y gestor Rafa Peña ha estado activo durante este verano, por un lado ha sido nombrado “Gestor del mes” en RankiaPro, con una entrevista que retrata muy bien su manera de pensar en los mercados; y por otro, ha participado en el podcast “Una vida invirtiendo” de Juan Such. Esta entrevista pone en contexto su trayectoria, el mandato del fondo y cómo entendemos el riesgo. Dos piezas distintas, un mismo hilo: disciplina, claridad y el foco siempre en nuestros partícipes.
1) Podcast con Juan Such (#105): aprendizajes que se quedan
En el episodio #105 de “Una vida invirtiendo” (7 de agosto de 2025), Juan y Rafa repasan los aprendizajes de tres décadas: qué significa gestionar con convicción cuando sube la volatilidad, qué nos enseñaron ciclos exigentes como 2011, y por qué el mandato de Olea Neutral debe defenderse igual en fases alcistas y bajistas. El episodio está disponible en YouTube y en las principales plataformas (Spotify, Apple Podcasts, iVoox).
El índice de temas ayuda a escuchar “a saltos”: carrera en banca, primeras inversiones, salto al emprendimiento, diferencias entre fondos mixtos tradicionales y nuestra aproximación multiactivo, riesgos macro (incluida la deuda pública) y planificación patrimonial a largo plazo. Una hora y pico que, más que buscar titulares, ordena ideas.
2) “Gestor del mes” en RankiaPro
La entrevista (20 de agosto de 2025) recorre la carrera de Rafa —desde banca y gestión de activos hasta la creación de Olea Gestión— y aterriza en lo que nos ocupa hoy: preservación de capital y un objetivo de rentabilidad razonable, con decisiones de cartera siempre ponderadas al entorno. Destaca también su visión macro con perspectiva histórica: deuda pública, demografía y el “ruido” geopolítico como variables a vigilar, sin caer en extremos de optimismo o pesimismo.
“Los mejores gestores que he conocido en estos años han alcanzado su plenitud en su última etapa tras cubrir una larga carrera profesional.”
Más allá del titular, la entrevista deja claro el encaje entre proceso y objetivos: cuando los tipos eran 0%, había que tomar riesgos distintos; hoy, la ecuación favorece bonos de alta calidad con exposiciones accionarias más contenidas y siempre complementarias entre sí.