Protagonismo para Grifols tras lograr 1.000 millones de euros a través de una colocación privada de bonos garantizados. Lo comentamos con Rafael Peña, socio fundador de Olea Gestión.
Escucha la intervención:
Resumen de la intervención de Rafa Peña:
¿Con qué te quedas de este martes? Hemos visto al tesoro alemán colocar más de 4.000 millones de euros en una emisión de bonos a dos años con una rentabilidad media del 2,91%, por encima del 2,84% de la subasta similar anterior.
Encaja bastante con el comportamiento de los largos y con el cambio de pulso que hay en la renta fija. Estamos en un periodo de recuperación de rentabilidades, el bono alemán está, en el 10 años, cercano al 2,5% con lo cual hay un ligero repunte de los cortos. Hay datos de actividad mejores de lo esperado, sobre todo en Estados Unidos, pero también en Alemania y Europa. A partir de ahí, el calendario de bajadas de tipos que se preveía a finales de 2023 no se está cumpliendo ni muchísimo menos y el consenso de mercado se está yendo a que haya una o dos bajadas en 2024 respondiendo a esta dinámica.
Protagonismo hoy para Grifols después de lograr 1.000 millones de euros a través de una colocación privada, entre grandes inversores, de bonos garantizados que vencen en 2030 con un interés del 7,5%. ¿Le parece un interés interesante acorde al riesgo que se percibe a día de hoy sobre la compañía?
No es un activo en el que nosotros, con el mandato que tenemos que es patrimonialista con un objetivo de rentabilidad del 5% y preservación de capital a 3 años, nos fijemos porque no encaja con ese mandato. Tenemos limitada la inversión en high yield o non investment grade al 15% y lo hacemos normalmente en emisores de buena calificación y que tiene algún tipo de subordinación en ese tipo de emisión. Para fondos especializados en high yield es interesante. El importe no es habitual, es muy muy relevante. Hay que reconocer que ha sufrido bastante, su calificación ha bajado desde 2020 de una manera importante, lo que les hace tener que pagar un tipo relevante. Además de esto, tienen importantes vencimientos en 2025, llegando casi a los 2.000 millones. Esto resume un poco el cambio de modelo, los bancos cada vez prestan menos a compañías. Todo viene derivado de los incrementos de los costes de capital que hemos vivido durante más de una década, desde la crisis de 2008-2011.
¿En qué tipo de emisiones españolas os estáis fijando en este momento y por qué?
A nosotros, por el mandato que ya te he comentado, nos empiezan a resultar muy interesantes las deudas de gobierno. Hemos estado muchos años con tipos 0% o muy bajos en los largos y estábamos fuera de eso. Ahora estamos bastante constructivos en la renta fija de gobierno, es verdad que sin duración o con baja duración en euros, algo más en Estados Unidos. Pero creemos que no hay prisa por entrar en largos en tanto en cuanto haya repuntes en los cortos y se retrase el escenario de bajadas de tipos. La curva negativa y el control de la inflación son los que van a controlar nuestra actuación a partir de ahora.
Este año las caídas por precio han vuelto a ser la tónica general en el mercado de deuda. ¿Qué puede seguir impulsando la rentabilidad de los bonos y por lo tanto desbaratando esas expectativas que el consenso del mercado tenía puestas este año en un activo como la renta fija que de momento, transcurrido ese primer trimestre del ejercicio, ha decepcionado?
Sobre todo a los que se han posicionado en los largos plazos y que tenían duración en cartera. El crédito no lo ha hecho mal, quién nos iba a decir hace unos años que podríamos invertir en un bono alemán a 2 años al 2,9%. Esta es la realidad que vemos del mercado. ¿Cuáles pueden ser los catalizadores para una estabilidad? Creo que no debemos andar lejos en Estados Unidos de un bono correctamente valorado si nos acercamos al 5% y la inflación se mueve en entornos del 3%. En Europa quizá seamos algo más pesimistas, sobre todo para Alemania porque si analizas las series largas en 20 años el diferencial medio está en 117 puntos básicos, con lo que desde el 2,5% todavía podría subir un punto más. A lo mejor es un poco excesivo, quizá esa media no se repita, pero no tenemos prisa por comprar ese 2,5% en Alemania.
Finanzas para inexpertos
Invertir en bonos a corto plazo o largo plazo
Cuando se invierte en renta fija, es determinante el plazo de la inversión que se debe seleccionar en función de los tipos de interés actuales y su evolución prevista.
La idea base para elegir una u otra duración es que, a mayor plazo, mayor riesgo de que se produzcan eventos que te hagan perder valor, por lo que la rentabilidad que ofrecen los bonos de largo plazo deben cubrir la rentabilidad del corto plazo más ese riesgo extra. Pero para saber medir esto hay que conocer muy bien el funcionamiento de los bonos y su relación con los tipos de interés. Veámoslo con un ejemplo:
Supongamos que hoy el tipo de interés es de un 4% y un inversor compra un bono a 10 años con esa rentabilidad. Pasados 2 años suben los tipos al 5% y, por consiguiente, los bonos emitidos pasados esos 2 años se emiten al 5%. Los bonos que compró el inversor resultan menos interesantes por lo que si quiere venderlos antes de vencimiento su precio habrá bajado y perderá dinero, pero si espera a vencimiento pierde ese 1% de rentabilidad extra que podría ganar. En este ejemplo el inversor ha hecho una mala previsión de la evolución de los tipos de interés, debería haberse decantado por invertir en bonos a dos años y, transcurrido ese tiempo volver a analizar la situación económica y sus previsiones de tipos para decidir en qué plazo invertir.
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